Cómo limpiar la freidora de aire

Las freidoras de aire o airfrayer han sido una revolucion que ahora tiempo y dinero, comodas de usar y versatiles son el complemento de toda cocina, su mantenimiento y limpieza son necesarios para alargar su vida útil.

Cómo limpiar la freidora de aire y alargar su vida.

La freidora de aire ha revolucionado nuestras cocinas, permitiéndonos disfrutar de platos deliciosos y crujientes con mucho menos aceite. Pero para que funcione a la perfección y nuestros alimentos siempre tengan el mejor sabor, es fundamental mantenerla limpia. A diferencia de lo que pueda parecer, limpiar la freidora de aire es un proceso rápido y sencillo si sabes cómo hacerlo. En esta guía definitiva, te enseñamos todos los trucos para que tu freidora de aire esté siempre como nueva y te dure muchos años.

¿Por qué es importante limpiar la freidora de aire?

Una limpieza regular no es solo una cuestión de higiene, sino que impacta directamente en la calidad de tu comida y en la seguridad de tu hogar.

  • Mejor sabor de los alimentos: Los restos de grasa y partículas de comida que se acumulan se queman en cada uso, generando humo y un desagradable sabor a rancio que se transfiere a tus platos frescos.
  • Seguridad: Una acumulación excesiva de grasa, especialmente cerca de la resistencia (el elemento que calienta), puede convertirse en un riesgo de incendio.
  • Rendimiento y eficiencia: Una freidora limpia permite que el aire caliente circule de manera uniforme y sin obstrucciones, garantizando una cocción perfecta y eficiente. La suciedad puede taponar las rejillas y afectar al resultado.
  • Durabilidad del aparato: Cuidar la capa antiadherente de la cesta y evitar la corrosión por la grasa acumulada alargará significativamente la vida útil de tu freidora de aire.

Materiales necesarios

Para una limpieza completa y segura, te recomendamos tener a mano los siguientes materiales:

  • Una esponja o estropajo suave (que no raye).
  • Paños de microfibra.
  • Jabón lavavajillas líquido (con poder desengrasante).
  • Bicarbonato de sodio.
  • Vinagre blanco de limpieza (opcional, para olores).
  • Un cepillo pequeño o un cepillo de dientes viejo.
  • Un palillo de madera o plástico (para desobstruir agujeros).

Limpieza rápida vs. Limpieza profunda

La clave para que la limpieza no sea una tarea pesada es diferenciar entre el mantenimiento diario y la limpieza a fondo.

Limpieza Rápida (Recomendada después de cada uso)

Este proceso de 5 minutos evitará que la grasa se acumule y se endurezca.

  1. Desenchufa y enfría: Antes de nada, desconecta la freidora y deja que se enfríe por completo por seguridad.
  2. Lava la cesta y el cajón: Extrae la cesta y el cajón contenedor. Lávalos con agua caliente, jabón lavavajillas y una esponja suave, como si fuera un plato más.
  3. Limpia el interior: Con un paño de microfibra húmedo, repasa el interior de la «cuba» para retirar posibles salpicaduras de grasa.
  4. Seca todo muy bien: Asegúrate de que todas las piezas estén completamente secas antes de volver a montarlas.

Limpieza Profunda (Semanal o Quincenal)

Esta limpieza es necesaria para eliminar la grasa incrustada y limpiar la resistencia.

  1. Desmonta y remoja: Saca la cesta y el cajón. Si tienen grasa pegada, déjalos en remojo en el fregadero con agua muy caliente y jabón durante 20-30 minutos.
  2. Crea una pasta limpiadora: Mezcla bicarbonato de sodio con un poco de agua hasta crear una pasta. Esta pasta es ideal para frotar las zonas con grasa incrustada sin dañar el antiadherente.
  3. Limpia la resistencia: ¡Este es el paso que muchos olvidan! Con la freidora fría y desenchufada, ponla boca abajo para acceder cómodamente a la resistencia (la espiral metálica de la parte superior). Pasa un paño húmedo o un cepillo suave para retirar la grasa adherida. Si está muy sucia, puedes usar la pasta de bicarbonato, aplicándola con cuidado y retirándola después con un paño húmedo.
  4. Friega las piezas: Tras el remojo, friega la cesta y el cajón con la esponja suave. Usa la pasta de bicarbonato para las zonas rebeldes. Si los agujeros de la cesta están obstruidos, utiliza un palillo de madera para liberarlos.
  5. Aclara y seca a fondo: Aclara todas las piezas con abundante agua y sécalas meticulosamente con un paño. Es vital que todo esté 100% seco antes de guardar o usar la freidora de nuevo.

Tabla de Limpieza por Componente

Componente Frecuencia Sugerida Método de Limpieza Recomendado
Cesta y Cajón Después de cada uso Agua caliente, jabón lavavajillas y esponja suave.
Interior de la Cuba Después de cada uso Paño húmedo para retirar salpicaduras.
Resistencia (Elemento calefactor) Semanal o quincenal Con el aparato boca abajo, frotar suavemente con un paño húmedo o cepillo.
Exterior del Aparato Semanal Paño de microfibra húmedo.

Qué evitar al limpiarla (Errores Comunes)

  • NO usar estropajos metálicos o utensilios afilados. Destruirás la capa antiadherente de la cesta y la comida se pegará.
  • NO sumergir el cuerpo principal de la freidora en agua. Es un aparato eléctrico y provocarías un cortocircuito.
  • NO usar productos de limpieza agresivos como limpiadores de horno, lejía o amoniaco. Pueden ser tóxicos y dañar los materiales.
  • NO limpiar la freidora mientras está caliente o enchufada.

FAQ: 

¿Puedo meter piezas en el lavavajillas? Depende del modelo. La mayoría de las cestas y cajones de las freidoras de aire modernas son aptos para el lavavajillas, pero es fundamental que consultes el manual de instrucciones de tu aparato. Aun así, el lavado a mano con una esponja suave siempre será más cuidadoso con la capa antiadherente y alargará su vida.

¿Qué productos no debo usar? Evita a toda costa los estropajos metálicos (tipo «nanas»), los polvos de limpieza abrasivos, y los productos químicos fuertes como la lejía, el amoniaco o los limpiadores de horno. Cíñete al jabón de platos, al bicarbonato y al vinagre.

¿Cada cuánto tiempo limpiarla? Lo ideal es hacer una limpieza rápida después de cada uso (lavar la cesta y el cajón). Esto te llevará solo un par de minutos y evitará la acumulación de grasa. Se recomienda una limpieza profunda, incluyendo la resistencia, una vez a la semana o cada dos semanas, dependiendo de la frecuencia con la que la uses.

Scroll al inicio