Aunque muchos hornos tienen funcion pirolitica siempre es adecuado darle un tratamiento de limpieza y aqui viene el cómo limpiar el horno adecuadamente.
Cómo limpiar el horno fácil y rápido sin esfuerzo
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Limpiar el horno es una de esas tareas domésticas que todos tendemos a posponer. La grasa quemada y los restos de comida adheridos parecen una batalla perdida. Sin embargo, con el método y los productos adecuados, puedes dejar tu horno reluciente sin necesidad de pasar horas frotando. En esta guía completa, te enseñamos a hacerlo de forma sencilla y eficaz.
¿Por qué es importante limpiar el horno?
Mantener el horno limpio va mucho más allá de la simple estética. Es una cuestión de seguridad, sabor y eficiencia.
- Seguridad: La acumulación de grasa y restos de comida en el fondo y las paredes del horno es altamente inflamable. Un horno sucio aumenta significativamente el riesgo de que se produzca un incendio en la cocina.
- Sabor de los alimentos: Los residuos carbonizados generan humo y olores desagradables cada vez que enciendes el horno. Este humo se impregna en los nuevos alimentos que cocinas, alterando su sabor y aroma originales.
- Eficiencia energética: Un interior limpio permite que el calor se distribuya de manera uniforme. La suciedad absorbe el calor, obligando al horno a trabajar más y consumir más energía para alcanzar la temperatura deseada.
- Durabilidad del electrodoméstico: La grasa y los ácidos de los alimentos pueden corroer las paredes metálicas y dañar las resistencias del horno a largo plazo. Una limpieza regular alarga su vida útil.
Materiales de limpieza recomendados
Antes de empezar, asegúrate de tener a mano los siguientes materiales:
- Guantes de goma: Para proteger tu piel de la suciedad y los productos de limpieza.
- Rascador de plástico o espátula: Ideal para retirar los trozos de comida carbonizada más grandes sin rayar el esmalte del horno.
- Bayetas o paños de microfibra: Necesitarás varios para aplicar productos y para aclarar.
- Esponja o estropajo que no raye: Para las zonas que requieran un poco más de fricción.
- Papel de cocina: Muy útil para retirar el exceso de grasa.
- Botella con pulverizador: Perfecta para aplicar soluciones caseras como el vinagre.
- Productos de limpieza: Bicarbonato de sodio y vinagre blanco (para el método casero) o un limpiador de hornos comercial.
Limpieza diaria vs. limpieza profunda
La clave para no tener que enfrentarte a una limpieza titánica es el mantenimiento. Hay dos tipos de limpieza que debes diferenciar:
Mantenimiento Diario (o después de cada uso)
Este es el hábito que te ahorrará más trabajo. Consiste en pequeñas acciones de 2 minutos:
- Actúa rápido: Si algo se derrama o salpica, límpialo en cuanto el horno se enfríe lo suficiente como para no quemarte. La suciedad reciente es mucho más fácil de quitar.
- Usa bandejas protectoras: Coloca una bandeja de horno o una lámina de papel de aluminio en la base para recoger cualquier goteo.
- Repasa el cristal: Un paño húmedo por el cristal de la puerta de vez en cuando evitará que la grasa se acumule y se endurezca.
Limpieza Profunda (Cada 1-3 meses)
Esta es la limpieza completa del interior del horno, incluyendo paredes, base, techo y rejillas. La frecuencia dependerá del uso que le des, pero una buena regla general es hacerla cada 3 meses o cuando notes que empieza a salir humo o mal olor al cocinar.
Productos comerciales vs. remedios caseros
Existen dos caminos principales para realizar una limpieza profunda. Ambos son efectivos, pero tienen sus pros y sus contras.
Limpiadores Comerciales
Son productos químicos muy potentes diseñados específicamente para disolver la grasa quemada.
- Pros: Son muy rápidos y eficaces. Requieren menos esfuerzo físico.
- Cons: Suelen contener químicos muy fuertes (sosa cáustica), emiten vapores que requieren una excelente ventilación y pueden ser agresivos con la piel y algunas superficies.
Remedios Caseros (Bicarbonato y Vinagre)
Es la opción más popular, económica, ecológica y sorprendentemente eficaz. Te explicamos el método paso a paso:
- Prepara el Horno: Retira las rejillas y bandejas. Usa el rascador de plástico para quitar los trozos de suciedad más grandes y sueltos.
- Crea la Pasta de Bicarbonato: En un bol, mezcla media taza de bicarbonato de sodio con 3 o 4 cucharadas de agua. Remueve hasta obtener una pasta espesa, similar a la arena mojada.
- Aplica la Pasta: Con los guantes puestos, extiende la pasta por todo el interior del horno (paredes, base, techo), evitando las resistencias eléctricas. No te preocupes si la pasta se vuelve marrón, es normal. Presta especial atención a las zonas con más grasa.
- Deja Actuar: Este es el paso clave. Cierra el horno y deja que la pasta actúe durante al menos 12 horas, o toda la noche. El bicarbonato disolverá la grasa lentamente sin necesidad de químicos agresivos.
- Retira la Pasta: Pasado el tiempo, coge una bayeta húmeda y empieza a retirar la pasta seca y la suciedad, que ahora saldrá con facilidad. Ayúdate del rascador de plástico si es necesario.
- Pulveriza con Vinagre: Llena la botella de spray con vinagre blanco. Rocía todas las zonas donde veas restos de bicarbonato. El vinagre reaccionará con el bicarbonato, creando una espuma que ayudará a levantar los últimos residuos.
- Aclarado Final: Con un paño limpio y húmedo, aclara todo el interior del horno hasta que quede reluciente. Sécalo bien.
- Limpia las Rejillas: Mientras la pasta actúa en el horno, puedes dejar las rejillas en remojo en el fregadero con agua caliente y jabón lavavajillas.
FAQ:
¿Se puede limpiar el horno con bicarbonato? Sí, absolutamente. Como has visto en la guía, la pasta de bicarbonato y agua es uno de los remedios caseros más efectivos y seguros para disolver la grasa quemada del horno sin esfuerzo y sin usar químicos fuertes.
¿Cada cuánto limpiar el horno? Lo ideal es realizar una limpieza superficial de los derrames en cuanto ocurren. Para la limpieza profunda, una buena frecuencia es cada 3 meses. Si usas el horno a diario o cocinas alimentos muy grasos, puede que necesites hacerlo una vez al mes.
¿Qué evitar al limpiar el horno?
- Estropajos metálicos o abrasivos: Pueden rayar y dañar permanentemente el esmalte protector del interior del horno.
- Limpiar las resistencias: Nunca apliques productos de limpieza directamente sobre las resistencias eléctricas o el ventilador.
- Usar limpiadores químicos en hornos pirolíticos o con paneles catalíticos: Estos hornos tienen sistemas de autolimpieza especiales. Lee siempre el manual del fabricante.
- Limpiar el horno en caliente: Espera siempre a que esté completamente frío por seguridad.